Thanks to all of you for the lovely messages and emails about last week’s story on the passing of Papa Willie. We’re glad it touched so many of you, just as Willie touched so many folks in our community. This week we want to share a GOOD NEWS story from the street, and it’s related to Willie.

Thursday, just 3 days after Papa Willie died, another neighborhood fixture, Earl Brown, dropped in to see us at the theatre. Earl is also a very sweet guy and also an addict who has shared many a curbside drink with his pal Willie. But Earl’s been gone for over a year. Last time we saw Earl was when he brought a black leather bag to the theatre and slid it under the bench in our East Hallway. He asked us if we’d keep it for him and we said yes. It was a serious favor he was asking and our promise to look after it was sincere. Then Earl disappeared. For more than a year.

Several times during the last year various staff members have suggested throwing that filthy old bag away. But in the end we always decided to hang on it just a little longer, just in case Earl comes back for it. It got wet a few times when water came under the door, but still we kept it. Just in case. And aren’t we glad we did! Because now Earl is standing back in our lobby again wanting to know if we kept our promise to him. And we were able to say…YES! He was so happy! And so were we.

He was also looking for Papa Willie in hopes of giving him some money. Jennie had to break the news to Earl that his old friend had died just 3 days earlier. Of course he was saddened to hear that. The GOOD NEWS is… Earl is now sober and getting his life back on track! His year-long absence, it turns out, was due to a stint in jail, which actually forced him get sober. We’ve never seen him so clear-headed and he’s working hard to keep his life on track. It was a beautiful thing to see someone winning the battle against the street. Papa Willie had lost that battle, but Earl Brown is currently winning, and that gives us such hope. It doesn’t always end tragically on the streets. Sometimes hope wins out.

As Earl was leaving, I asked him what was in the bag. “Some music, songs I wrote, some pictures, personal things.” I confess, that I had been tempted to look inside that bag more than once during the past year, but I never gave myself permission. And now, I’m so glad I didn’t.

Gracias a todos por los encantadores mensajes y correos electrónicos acerca de la historia de la semana pasada por el fallecimiento del Papa Willie. Nos alegra que haya tocado a muchos de ustedes, así como Willie tocó a tanta gente en nuestra comunidad. Esta semana queremos compartir una buena noticia proveniente de la calle y se relaciona con Willie.

El jueves, sólo 3 días después de la muerte del Papa Willie, otro de estos “vecinos” del barrio, Earl Brown, vino a vernos en el teatro. Earl es un tipo muy dulce y también un adicto que compartió muchas de las tomadas en la banqueta con su amigo Willie. Pero Earl estuvo ausente por más de un año. La última vez que vimos a Earl fue cuando trajo una bolsa de cuero negro al teatro para que se la guardáramos y le dijímos que si y la pusimos debajo del banco en nuestro pasillo al costado oriente. Era un favor en serio el que estaba pidiendo por lo que nuestra promesa de hacerlo fue sincera. Earl desapareció durante más de un año.

Varias veces durante el año pasado, algunos miembros del personal habían sugerido tirar esa vieja y sucia bolsa. Pero al final siempre decidimos esperar un poco más por si acaso Earl regresaba por ella. Se mojó un par de veces cuando entró el agua por debajo de la puerta, pero aún así la guardamos, por si acaso. Y me alegra que lo hayamos hecho, porque ahora Earl está parado en nuestro lobby de nuevo preguntando si cumplimos nuestra promesa. Y entoces pudimos decir…¡SÍ! Se puso muy feliz y nosotros también.

Llegó buscando a Papa Willie con la esperanza de darle un poco de dinero. Jennie tuvo que darle la noticia de que su amigo había muerto sólo 3 días antes. Por supuesto se puso triste de oír eso. Pero la buena noticia era… que Earl ahora ahora estaba sobrio y tratando de tener de nuevo una vida normal. Su ausencia fue debido a una condena en la cárcel, la cual lo obligó a permanecer sobrio. Nunca lo habíamos visto tan lúcido y trabajando duro para llevar una vida normal. Fue maravilloso ver a alguien ganando la batalla por dejar la calle. Papa Willie había perdido esa batalla pero Earl Brown actualmente la estaba ganando y eso nos da mucha esperanza. No siempre una vida termina trágicamente en las calles. A veces, gana la esperanza de un final feliz, como el de Earl.

Le pregunté que era lo que tenía en la bolsa y me contestó: “Música, canciones que escribí, algunas fotos y cosas personales.” Confieso que estuve tentado de ver dentro de esa bolsa por más de una vez durante el año pasado, pero nunca lo hice. Y ahora, me alegra no haberlo hecho.